Los Aceites Vegetales son compuestos orgánicos obtenidos a partir de frutos o semillas, de plantas oleaginosas, en cuyos tejidos se acumulan actuando como fuente de energía.
Los aceites vegetales se llevan utilizando desde hace siglos como ingredientes fundamentales en tratamientos de belleza, como base para la elaboración de cosméticos, jabones y aceites para masajes.
Tienen propiedades dermatológicas muy valiosas y penetran muy bien en la piel, aportándole elasticidad, suavidad, hidratación y nutrición.
Son una alternativa inteligente a las grasas animales y minerales (derivadas del petróleo), estas últimas, además de no aportarnos ninguna propiedad beneficiosa, taponan los poros impidiendo el drenaje de toxinas de la piel y que respire.
Existen muchas variedades, pero en
cosmética y jabones naturales los más utilizados son: Aceite de oliva,
coco, palma, germen de trigo, almendra dulce, girasol, macadamia,
aguacate, pepita de uva, hipérico, semilla de albaricoque, caléndula,
ricino, cáñamo, avellana, soja, zanahoria, manzanilla, rosa mosqueta,
argán, sésamo y jojoba.
Mi preferido para hacer jabones: el aceite de oliva. ¿Por qué? porque tiene propiedades excelentes y tenemos la gran suerte de que forma parte de nuestra cultura gastronómica, por lo cual en nuestro país es muy accesible y tiene un precio razonable. Siempre forma parte de mis recetas de jabones, eso sí elijo aceite de oliva extra virgen de primera presión en frío y procedente de la agricultura ecológica, el de mejor calidad, con sus propiedades y componentes intactos y libre de posibles pesticidas y fertilizantes químicos.
